Transcurre en la Cañada Real, el asentamiento chabolista de mayores dimensiones en toda Europa. El núcleo de este poblado marginal es el escenario, que convierte en literatura la dura realidad de miles de personas a través de la mirada sencilla, dulce y creativa de la infancia. Una obra imprescindible, audaz y comprometida con los excluidos de la sociedad, que le da voz a las niñas y niños que viven en esos entornos, y que aporta visibilidad a una problemática enquistada desde hace años, entre el desmantelamiento parcial de las construcciones y el realojo de las familias. Destaca la dimensión metafórica que los protagonistas dan a su vida cotidiana jugando a oficios circenses en condiciones de riesgo y peligrosidad, y haciendo extensible ese carácter lúdico al ámbito de los adultos, que transcurre entre la supervivencia de los más vulnerables