Boká es aún un muchacho, pero las leyes del clan deben cumplirse. Y, antes de emigrar al sur para pasar el invierno, es el momento de la gran caza del ciervo. Así, Bo, joven aprendiz de chamán, será llamado a tomar la lanza y a integrarse en las labores propias de los guerreros y cazadores. Serán muchos los contratiempos que deberá afrontar su pequeño clan: la falta de hombres, la escasez de alimentos, el cambio del clima en las regiones que habitan; y también las envidias, las traiciones, las luchas con las tribus vecinas. Sin darse cuenta, el mundo ya no será el mismo. Aún así, los espíritus siguen habitando el bosque y las almas deben poder conectar con ellos. Y Bo sabe algo que casi ninguno de ellos puede hacer: pintar.
Inscrita en la península ibérica en el Paleolítico superior el autor explora con gran imaginación los albores de la civilización humana y el nacimiento del arte.