En el año 846 d. C, la que fuera capital del gran Imperio se ha convertido en una ciudad arruinada y semiabandonada. Aun así, Roma sigue siendo eterna, pues en ella gobierna el Papa y en ella descansan, rodeados de inmensas riquezas, los cuerpos de los apóstoles de Cristo: Pedro y Pablo. Grandes tesoros oculta la Iglesia. Y por ello, piratas y corsarios sarracenos allende los mares se confabulan para asaltar y saquear la ciudad.
Entretanto, en todo el Mediterráneo se escuchan susurros de conjuras y trompetas de guerra. El único objetivo común es medrar y sobrevivir. Y así viven y malviven desde el Papa a una bailarina bizantina, un caudillo vikingo o un alquimista dispuesto a vender al mejor postor el secreto más codiciado: la fórmula del fuego griego.
Una novela sobre el acontecimiento más dramático vivido nunca por la cristiandad medieval: El saqueo del Vatino.