En primavera, los jilgueros regresan a Alhucemas desde el desierto, el mismo desierto del que vuelve el hermano de Brahim tras participar en la Marcha Verde. Para Brahim, Alhucemas es su hogar, su hábitat, allí conoce a todos y todos lo conocen. Su vida transcurre en la escuela y entre las paredes de su casa, donde su madre cuida de él y de su hermano mayor. Desde pequeño, Brahim aprende que la muerte, la enfermedad, la guerra o la locura forman parte de un mundo aparentemente sencillo, en el que, sin embargo, la incertidumbre siempre aguarda. Años más tarde, Brahim se traslada a estudiar a la Escuela de Bellas Artes de Tetuán, adonde también se ha trasladado su profesora de arte Olga, deseosa de reencontrarse con su arte lejos de su Madrid natal. Olga y Brahim, profesora y alumno, se conocen y entre ellos nace algo que marcará sus vidas.