En la trepidante última carrera del mundial de velocidad de motos, Gaspar, un joven piloto que se juega ser campeón del mundo, repasa su intensa carrera profesional: todo lo que ha supuesto para él llegar hasta donde está, mientras se plantea las implicaciones existenciales de su forma de vida y si es posible preservar la nobleza en un ambiente competitivo.
Está encuadrada en un género complicado y escaso: la literatura utópica.
Es un retrato "psicologísta" de "lo que podría ser" que rehúye del nihilismo mal entendido y alargado en el tiempo, así como el fango de la "antiutopía" y el pesimismo barato como excusa para justificar la inamovilidad, pero salvando la dificultad que entraña este tipo de literatura para ser de calidad: salvando la simplificación, el moralismo y lo ñoño.